O objetivo do texto é apresentar os indícios que sugerem que a prosa e a poética de G. Rosa beberam de um universo cultural no qual a demarcação moderna ainda não se fizera presente. Para tal intento, vale-se tanto de textos do próprio Guimarães Rosa como de seus comentadores. Constata-se que a cosmovisão do sertanejo, locus da inspiração rosiana, era demarcada mais por processos de um Brasil próximo ao medieval ou afro-ameríndio – e cuja visão de mundo era mais orgânica, processual – do que pela visão moderna que emerge no século VII e seguintes, na Europa. Tal visão alcança mais rapidamente o Brasil litorâneo (ou os poucos espaços urbanos do interior) do que o sertão retratado por Rosa. Neste irá ainda predominar, em pleno século XX, uma cosmovisão em que não se demarca o ser ou a realidade, e não estão presentes as dualidades típicas do pensamento ocidental moderno: homem e natureza (ou natureza e cultura), deus e diabo...Conclui-se indicando que crenças incompatíveis no contexto moderno estavam misturadas, compostas na cosmovisão sertaneja e que Rosa as capta em sua prosa. Em sua cosmovisão, até rios possuíam para além de duas margens.
El objetivo de este texto es presentar los indicios que sugieren que la prosa y la poética de Guimarães Rosa abrevaron en un universo cultural en el cual la demarcación moderna aún no se había hecho presente. Para tal intento, se echa mano tanto de textos del propio autor como de sus comentadores. Se constata que la cosmovisión del sertanero, locus de la inspiración roseana, estaba más signada por procesos de un Brasil cercano a lo medieval o a lo afroamerindio –cuya visión de mundo era más orgánica, en proceso– que por la visión moderna que emerge en el siglo VII y
subsiguientes en Europa, en la cual la cosmovisión se caracteriza por las separaciones. Dicha visión llega más rápido al Brasil costero (o a los escasos espacios urbanos del interior) que al sertón que Guimarães Rosa retrata. En éste predominará –en pleno siglo XX– una cosmovisión en la cual no se demarcan el ser o la realidad, y no se encuentran presentes las dualidades típicas del pensamiento occidental moderno: hombre y naturaleza (o naturaleza y cultura), dios y el diablo, etc. Se concluye con la indicación de que ciertas creencias incompatibles en el contexto moderno estaban entremezcladas y se componían en la cosmovisión sertanera, y que Guimarães Rosa las capta en su
prosa. En su cosmovisión, hasta los ríos tenían más de dos orillas.